Con este post quiero hablar de un tema
que ya en la Facultad era interesante, y que con el boom de los alimentos
probióticos y sus “beneficios” llega a considerarse un problema ya que como
veremos no todo es como nos lo cuentan.
La superficie de la luz intestinal
(equivalente a un campo de fútbol) acumula más de 100 trillones de
microorganismos (1014) lo que equivale a 10 veces el número de
células que componen una persona adulta. El intestino humano es, por tanto, un
verdadero ecosistema esencial para la absorción eficiente de nutrientes y para
el mantenimiento de la salud en genera. Este ecosistema tiene una máxima, que
es que donde hay ya microorganismos viviendo, no vendrán otros a colonizar ese
espacio. Por eso es importante mantener la flora bacteriana. El problema está
cuando forzamos un incremento de estos microorganismos que desestabiliza la
convivencia de todos ellos en nuestro intestino. Voy a poner el ejemplo de la E. coli (Escherichia coli),
cuando se incrementa su número poblacional en el intestino nos producen
diarreas, pero de forma natural la tenemos en el intestino y es necesaria, pero
en un numero indicado de bacterias.
¿Qué pasa con
los alimentos Probióticos y Prebióticos?
El
término probiótico hace referencia a un preparado o a un producto que
contiene cepas de microorganismos viables en cantidad suficiente como para
alterar la microflora en algún compartimento del huésped (por implantación o
colonización) y que produce efectos beneficiosos en dicho huésped. La
definición incluye bien productos que contienen microorganismos (por ejemplo,
leches fermentadas) o un preparado de microorganismos (por ejemplo, comprimidos
o polvos). Los que se utilizan con más frecuencia son los pertenecientes a las especies Lactobacillus y Bifidobacterium. La OMS propone una definición más simple y se refiere a
microorganismos vivos que cuando son administrados en cantidad adecuada
confieren un efecto beneficioso sobre la salud del huésped.
Por ejemplo, el Yogurt, Miso, Chucrut, Kefir, quesos frescos.....
Por ejemplo, el Yogurt, Miso, Chucrut, Kefir, quesos frescos.....
El
término prebiótico se refiere a los ingredientes de los alimentos no
digeribles que producen efectos beneficiosos sobre el huésped estimulando
selectivamente el crecimiento y/o actividad de un tipo o de un número limitado de bacterias en el colon. Conviene no confundir la Fibra alimentaria, con alimentos
prebióticos, ya que el término fibra alimentaria
es un término más amplio que se refiere a diversos carbohidratos y la lignina
que resisten la hidrólisis por los enzimas digestivos humanos, pero que pueden
ser fermentados por la microflora colónica y/o excretadas parcialmente por las
heces.
Por ejemplo, estos se encuentran abuendantemente en alimentos como el trigo, el ajo, la cebolla, los espárragos, las alcachofas, el puerro, la remolacha, las legumbres, las patatas...
¿Qué problema
hay entonces con algunos alimentos probióticos?
Como bien se ha
podido leer, la OMS hace referencia a que debe ser administrada “una cantidad
adecuada” para que tengan efectos beneficiosos. Es decir, que con los
probióticos pasa lo mismo que con los medicamentos, si los tomas correctamente
tienen más efectos beneficiosos que malignos, pero si los tomas
incorrectamente, pasa lo contrario.
¿A que no se nos
ocurriría dar todos los días una Aspirina a nuestros hijos para prevenir? Pues lo
mismo pasa con muchos alimentos probióticos, no debemos abusar de ellos. En
cambio los prebióticos podemos decir que son los alimentos que necesita nuestra
flora para estar sana, hay diferencia, ¿no?
Pero claro
tenemos un bombardeo diario de los beneficios y de las virtudes de algunos de estos
alimentos que es difícil no dejarse llevar. Voy a centrarme en un probiótico muy usado hoy en día y por lo tanto también del que más se abusa, los Yogures con L-Casei.
Como podéis ver
cuando busco la marca de estos yogures en internet, me aparece esta pantalla, donde se dice
que es un alimento probiótico y hablan de los bulos que recorren los foros y
blogs. Bien, yo no voy a decir, lo que pone el bulo, que si comemos mucho Actimel
el cuerpo deja de fabricar la flora, porque el cuerpo no fabrica la flora, pero
sí que, como he dicho anteriormente, se produce un cambio en la población de
microorganismos del intestino, con los problemas que esto puede acarrear.
No quiero entrar
en todos los problemas de publicidad que Danone ha tenido en Francia, pero si
decir que hay que fijarse muy bien en todos los L-Casei de marcas blancas, y no
blancas. Me gustaría que se fijasen en el cartonaje de este tipo de Yogures líquidos,
cuando hablan de las defensas, sistema inmunitario o demás, hay un pequeño
asterisco, que en los anuncios son letras enanas que pasan a toda rapidez,
donde se puede leer “Las vitaminas B6 + D contribuyen al normal
funcionamiento del sistema inmunitario. El sistema inmunitario es parte de las
defensas“. Es decir,
los microorganismos que nos venden no tienen un impacto real en la salud, son
las vitaminas las que “mejoran” nuestra salud.
El uso de todos los probióticos lo tengo muy recomendado, al igual que si
lo usáramos cómo un medicamento para el intestino, cuando hemos tenido una
diarrea o algo similar, tomamos este tipo de alimentos para repoblar el
intestino. Y también es bueno tomarse yogures, quesos frescos y demás ocasionalmente, no voy a decir lo contrario, pero lo que no es tan bueno es abusar de estos alimentos, que hoy se puede observar como hay niños que se beben 2 o más de estos youres diariamente, en vez de beber leche.
Así que a la
hora de elegir alimentos Pro y Prebióticos, tened en cuenta que los probióticos
se podrían calificar como alimentos-medicamentos, con lo que no se debe
abusar de su uso, y los prebióticos
como alimentos que alimentan, con lo que tendrían más efectos beneficiosos para
nuestras colonias intestinales.
Sólo una puntualización. Los probióticos no son alimentos/ medicamentos. La definición más correcta es la que dicta la OMS.
ResponderEliminarNo se consideran medicamentos, no están regulados cono tales, si no como mucho suplementos nutricionales, por lo que no podemos hablar de actividad terapéutica y sí de propiedades saludables.
Un saludo
Efectivamente, por eso pongo la definición de la OMS, digo se podrian calificar de alimentos-medicamentos, por su uso, no por sus propiedades, debido al ejemplo anterior. Gracias por el comentario, Un saludo
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