Hola a todos queridos blogueros, después de un descanso de una semana,
vuelvo a escribiros, esta vez entorno a algo muy común en esta época del año,
los procesos infecciosos del tracto respiratorio superior.
La Gripe y los Resfriados son estos procesos más comunes y hay quien los confunde, o los trata de curar con medicamentos inapropiados, por eso creo necesaria un poco información sobre el tema.
En primer lugar hay que dejar muy claro que para tratar estos
procesos NO está recomendado el uso de ANTIBIOTICOS.
La sintomatología de La Gripe y del Resfriado es muy similar, en cualquier caso, el tratamiento en este tipo de procesos infecciosos debe centrarse en el alivio de los síntomas.
El resfriado común es causado por diversos virus respiratorios, con mayor frecuencia rinovirus. Los adultos tienen un promedio de 2 a 4 episodios al año, y los niños pequeños pueden tener hasta 6 a 8 episodios. Se caracteriza por dolor de garganta, malestar general y fiebre. Estos síntomas se resuelven en pocos días, y son seguidos de congestión nasal y rinorrea. La tos se suele iniciar dentro de las 24 a 48 h después de la aparición de los primeros síntomas.
La Gripe es causada por un virus de la influenza, distinguiendo dos cepas la A y la B.
La Gripe A se transmite de persona a persona, principalmente por el aire, en las gotitas de saliva y secreciones nasales que se expulsan al toser, al hablar o al estornudar y que pueden quedar en las manos, en las superficies o dispersas en el aire. Los síntomas son los de cualquier gripe: Fiebre de más de 39ºC, dolor de cabeza, de garganta, malestar general….
La Gripe Estacional (Cepa B) se caracteriza por la aparición brusca de fiebre (entre 38 y 40 ºC) de unos 3 a 7 días de duración, acompañada de cefalea (dolor de cabeza), tos seca, falta de apetito, dolor al tragar, dolor muscular, cansancio y malestar general. El período de incubación es de 1 a 3 días.
Esta gripe se trata como la gripe A, generalmente
tratando de paliar los efectos de esta como la fiebre, la tos, y dolor
muscular, normalmente se usan los antigripales que suelen llevar:
- Ibuprofeno y Paracetamol: Son antipiréticos y analgésicos, se usan para disminuir la fiebre y los dolores musculares y de cabeza.
- Ácido acetilsalicílico: También es antipirético y analgésico pero está contraindicado en niños y adolescentes.
- Clorfeniramina, difenhidramina, bromfeniramina y dexclorfeniramina: son antihistamínicos, disminuyen la cantidad de moco segregado, aliviando la rinorrea. Están contraindicados en los pacientes con glaucoma, epilepsia e hiperplasia de próstata.
- Cafeína: Para contrarrestrar los efectos de somnolencia de los antihistamínicos usados.
- Dextrometorfano: es un antitusígeno, es decir, sirve para calmar la tos.
- Mucolíticos y expectorantes: Los mucolíticos son fármacos que modifican la secreción traqueo-bronquial, disminuyendo su viscosidad y facilitando la eliminación del esputo. Los expectorantes activan la expulsión del esputo.
Además en España se dispone también de tratamientos antivirales
que pueden resultar útiles para la gripe A: oseltamivir (Tamiflu®) y zanamivir
(Ralenza®).
Estos medicamentos actúan haciendo que haya menos síntomas,
que sean más leves y son útiles para evitar posibles complicaciones. Estos
antivirales necesitan ser prescritos siempre por profesionales
médicos.
Al margen del empleo de diversos fármacos para conseguir la reducción o
desaparición de los síntomas asociados, existen una serie de medidas de
carácter general que son muy aconsejables en los pacientes afectados por gripe:
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Aumentar el consumo de líquidos, especialmente en los niños
-
No forzar a comer al paciente, es normal que tenga menos apetito.
-
Evitar fumar en el entorno del paciente.
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Humidificar el ambiente.
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Evitar los locales cerrados o mal ventilados.
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Evitar los cambios bruscos de temperatura.
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Reposo en cama, pero evitando un excesivo abrigo.
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Una almohada o una manta puestas debajo del colchón pueden facilitar la
respiración de los bebés.
-
El empleo de caramelos o una combinación de miel y limón en agua producen
una reducción de la irritación a este nivel, por su efecto demulcente sobre la
mucosa faríngea.
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Si el moco es espeso y el atasco nasal resulta molesto, se pueden hacer
vapores con plantas como el eucalipto, romero y orégano.
-
La manera más útil de prevenir la diseminación de los catarros y de la gripe
es el lavado frecuente de manos por toda la familia.
-
Es conveniente utilizar pañuelos desechables para taparse la boca y la
nariz al toser o estornudar.
Y como siempre se dice que es mejor prevenir que curar aqui van las recomendaciones para prevenir el contagio de la Gripe
Bibliografía:
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